lunes, 12 de octubre de 2015


INTRODUCCIÓN - NOVENA EN HONOR A SAN ANTONIO MARÍA GIANELLI

NOVENA EN PREPARACIÓN A LA FIESTA LITURGICA

DE SAN ANTONIO MARÍA GIANELLI

 INTRODUCCIÓN

Preparándonos con toda la Iglesia,  a celebrar el Jubileo extraordinario de la misericordia, durante la novena en preparación a la fiesta litúrgica de San Antonio M. Gianelli, reflexionaremos sobre la Misión,  la Misericordia y la ternura y el perdón”, partiendo de la Palabra de Dios, de los Documentos de la Iglesia -Papa Francisco (Miseriordiae Vultus) – y de algunos  escritos de San Antonio María Gianelli, para llegar a ser, con la gracia de Dios “MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE”.

 

Queremos acercarnos a nuestro Santo y aprender en su escuela, cómo ser misericordiosos, interiorizar las intuiciones y propuestas del Fundador, convertirnos de corazón  y animar a “nuestros prójimos” a confiar en la misericordia de Dios. Y como   sabemos que solos no podemos lograr estos objetivos, le confiamos  nuestro trabajo y la preparación de la fiesta litúrgica del Padre Fundador, a la Madre de la Misericordia, para que dirija sobre nosotros, su mirada misericordiosa y nos cuide en nuestro camino.

San Antonio María Gianelli, para muchos de nosotros, no es un santo muy conocido ni tampoco es un santo "perfecto". Fue un hombre, como nosotros, con sus virtudes extraordinarias y con sus debilidades humanas.

En este santo, de carne y hueso, se percibe con más realismo -y también con más estremecimiento- lo que puede hacer la gracia de Dios cuando un ser humano se abre a ella, ya que, según el Padre Moretti, para llegar a lo que fue, teniendo en cuenta su personalidad humana, tuvo que luchar toda la vida consigo mismo, para superarse …..

Gianelli ha sido idealizado (como todos los santos), pero también ha sido calumniado y criticado. Lo que admiramos en él, es su fidelidad apasionada a Dios y a su ministerio, a la Iglesia y a los hombres de su tiempo.

De la fecundidad espiritual de Antonio María Gianelli surgió una familia religiosa en la iglesia: las Hijas de María Santísima del Huerto, que nacieron como respuesta a “la necesidad de proveer…”. No somos una fuerza humanamente imponente. Somos un grupo discreto de mujeres consagradas que estamos aprendiendo cada día el evangelio, de la mano de un ser humano como nosotras, de un santo que llegó a serlo porque se lo propuso. Él no vivió en la tranquilidad de una sacristía, sino en el campo de batalla de una vida social y eclesial bastante compleja. Esto nos estimula a no considerar imposible el camino de la santidad en una sociedad también compleja como la que nos está tocando vivir.

Para la festividad litúrgica  de GIANELLI, la Iglesia propone el texto del Evangelio del Buen Pastor.   Gianelli  fue ante todo y siempre un Pastor para su pueblo, un pastor-misionero, que no se quedó esperando a los alejados, sino que salió a buscarlos de mil maneras. No fue misionero en tierras de paganos, no fue a las fronteras geográficas de la Iglesia, sino que fue un misionero de los que se desplazan a cualquier tipo de frontera (ideológica, económica, cultural, religiosa...), dentro o fuera de la Iglesia, para  atraer a todos al  Reino de Dios...

Y con el arma de la Palabra de Dios que como fuego ardía en su corazón, se hizo respuesta   esa “necesidad de proveer” y vivió esa urgencia interior con entusiasmo, con pasión, con creatividad y generosidad, porque entendió que era un  don de Dios, y lo hizo  noticia, consuelo, profecía, estímulo.

Antonio Gianelli comprendió que el mismo Señor que envió a los apóstoles, lo enviaba  a Él a ser testigo del amor de Dios, entre su pueblo.  Gianelli  fue creativo, anticipado a su tiempo y promotor del compromiso de los laicos en la Iglesia.

Todos nosotros, que somos su FAMILIA EN LA IGLESIA,  debemos “IR”, HOY MÁS QUE NUNCA, A “todas las periferias existenciales” confiando que Él acompañará nuestros esfuerzos y nuestras  humildes palabras con la fuerza que transforma los corazones de los seres humanos.

 




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